Entre sol y sombra de un doble coñac
abanderillado valor pinturero revoloteado de verónicas.
Es sexo dicen algunos, es arte dicen otros, es negocio dicen todos.
Y todos pidiendo la cabeza y el rabo del morlaco con picas de parte y partes.
Embiste zahíno sus clamores y sal por la puerta grande
a la dehesa del tomillo.
Antes de que el matarife con traje de luces
hincando el estoque te dé
cinco agonías con el capote grana de la tarde.