sábado, 20 de abril de 2019

Rara Avis

Ahí yace pero no tú 
ni los versos tuyos que se levantan 
con suspiro de martirio, agonía o sueño
de tu garganta que ya no calla
porque hay en tu saliva un pico de aberturas y está llamando
                                                       tu corazón con forma de escombro 
al duelo de tus ojos que vive y tus manos viviendo
abran panoramas nuevos al satélite con porvenir de filos 
y salga enajenada la sangre tuya
imprevista de hojas y bandadas
que abaniquen sus calores tus palomas oscuras 
y que la gacela con cien años beba en la escarcha y en el nardo.
                                                      Para que viva más 
naciendo en rama verdes 
sin perderse ni enterrarse
tu recuerdo niño que se mece con la mar cuando está alta.