Una no sabe si esperar al enemigo
con una pulida metralleta de carbono 14.
La violencia engendra violencia, repiten.
Lo que engendra es suciedad,
porque estará el suelo, las paredes y el techo
perdidos de sesos, sangre y vísceras.
No me veo limpiando los restos de la masacre
amén de los casquillos,
retorciendo con despecho la bayeta en el caldero.
Ni que se me queden en las manos
las manchas invisibles de Lady Macbeth
Nada tengo que mi enemistad procures.
O sí; indiferencia;
¡Qué cruel me ha hecho el tiempo!