lunes, 8 de agosto de 2022

ePOPeya



 







on la muerte en los talones andas

primera pista de este juego aunque no te confundas creyendo que eres el protagonista de esa película de suspense.

Ignoras de qué película te hablo. 

Te daré otra pista pero ni una más para que adivines quién eres. 

Un ciego hablaba de ti a todas horas a quienes quieran escucharlo.

¿No caes aún? ¿Quién eres ahora cuando desconoces quién eras?

Ya ya sé que has perdido la memoria, la pista ambigua y mi pregunta retórica.

Tengo tanta curiosidad por ver si eres capaz de recordarlo que de ninguna manera voy a desvelarte más.

Para nada soy cruel, eres injusto. Eres libre, otra vida te espera y serás tú quien la imagine.

Te sientes perdido y no quieres otra vida.

Es verdad, tienes toda la razón, quién soy yo para intentar cambiar lo que está escrito.

Tu autor ordena, ahí tienes el escudo, la espada, corre de nuevo por las letras de su garganta y el mar que agita su saliva.

Sin detenerte apresúrate que el sol de Troya derrama su luz tendida por el campo de batalla sanguinolento.

Más elevada que el humo de tu pira funeraria será la flecha con que cae en tu talón la moira y aún más alto el grito de tu madre arrojando en la laguna el polvo triturado y plata de tus huesos.