En el bloque de la esquina,
de un barrio dormitorio
intentaron desahuciar a una familia
arremolinándose algunos se paran
pasan de largo algunos
algunos con una mueca de estupor
intentan impedirlo algunos
y algunos un alivio culpable
les asoma por los ojos diciendo
menos mal que no soy yo.
En el parque de enfrente
del roble asoma un tocón
con su edad al descubierto como una lápida
las hojas de otros árboles sólo y nublados mis ojos
acudimos a su desahucio.
La tienda de regalos en la acera de la izquierda
al lado de otra tienda de comestibles
otra la de retales al peso al lado
han echado el cierre cuando el sol deserta
entre las nubes amenazando llovizna a la tarde
en el paseo de la playa,
lo recorren doscientos trabajadores desahuciados
del sector de los amortiguadores.
El apagón deja sin luz
la avenida de un político de izquierdas
más que amarga es mi mueca
por ser parte involuntaria de esta diabólica maquinaria
moviéndose de izquierda a derecha de este mundo borneado.
A tientas mi mano más oscura es
que la noche.