miércoles, 8 de enero de 2014

Dejándonos caer

Te imagino
en los paisajes sonoros
donde el olvido hace sus rescates
a lo que fue el sutil ruido,
de una rosa embalsamada.

Todo de ese misterio
bajo estos primeros cielos,
encima de estas últimas tierras,
surcando estos mares intermedios.

Todo en ese misterio
para decirle nada o Dios
Qué dios o nada me imaginó a mí
sacándome del barro
y a la gota de rocío y a la perla
dejándonos caer aquí extraviadas.

Le pedí al esbozo de este papel
mi deseo
porque nunca has existido 

te imagino.