jueves, 19 de junio de 2014

Y de esa quietud

Y de esa quietud 
se desata hosco el paladar de las lenguas
ni dócil podrías llamarlo de un movimiento 
con un nombre que se invoque 
corriendo súbito hasta la oscuridad de una edad perdida
Y sólo el mármol coronado de bosques
calla porque sabe
lo que escupe
el hueco
con alma
de su piedra.