A la víspera tintinea la lluvia sobre ti
como un eco
de cópulas en los dedos
descerrajando la madrugada.
En tu momia agarrándose a la acera
hay una pelvis sin jazz
un alma sin soul
una melancolía sin blues
un gemido sin ragtime.
Aire hay
sólo aire
cerrando los párpados
de una pavana
para un piano difunto.