Apareciste ofreciendo discos compactos,
bolsos de firmas falsificadas
y películas con título de comedia.
No gracias, te dije.
Me darías algo para comer, pediste
con un blanca sonrisa resplandeciendo tu cara negra.
Te di una moneda gris
Al despedirte dijiste:
Que tengas mucha suerte en el futuro.
Del fondo encogiéndose en mi estómago
salió otro gracias
cuando se encendieron los led sobre la tarde
te veo irte como una estrella errante
siguiendo a un año nuevo,
que tocará la zambomba, soplará el matasuegras
e inundará las losetas plomizas
de la plazuela San Miguel con las serpentinas
y el confeti
a la más vieja noche del año.