Nunca grabamos
nuestras iniciales juntas
en las cortezas de los árboles
ni las entrelazamos
en los respaldos de los bancos
tampoco hendidas aparecieron
al lado del nudo en las mesas del parque
aún menos
en los sucios parabrisas de los coches
qué irreal era el miedo
una ficción era
dando cuchilladas
sobre el crepúsculo
en las cortezas de los árboles
ni las entrelazamos
en los respaldos de los bancos
tampoco hendidas aparecieron
al lado del nudo en las mesas del parque
aún menos
en los sucios parabrisas de los coches
qué irreal era el miedo
una ficción era
dando cuchilladas
sobre el crepúsculo