Querido amigo
parece que fuera el viento
quien trae flamante la carta donde tu mayo aparece
desde aquellas primeras letras detenemos imposiblemente
ese tiempo que a veces se pierde o se esconde de nosotros
impidiéndonos ser dueños de nuestra vida.
Vidas nuestras que se llenan o vacían con hilo de reloj de arena
compartidas en los blancos desiertos de estas invisible hojas
desalojamos del corazón dolor o alegría
pesándonos arte poesía y belleza
como son
extraños males que nos dejan solos
transparentes desguarnecidos.
Inventamos un limbo
cercano por relativo lejano por absoluto
donde una amarra lleve lo efímero a lo eterno.
Sabiendo que tienes tú como emblemas paz y pasión
te respondo desde un mayo sin memoria
tantas veces compartida a fuerza de esa luz
tan antigua tan nueva
que ilumina la cara de dos mundos suspendidos en lo oscuro.