miércoles, 3 de diciembre de 2014

Soliloquio Hipotecado



Por fin me han dado las llaves, hoy cumplo veinte años.
Me siento feliz!!!
Recuerdo la frase de mi madre:
No madurarás hasta que pagues una hipoteca.
Con las pagas extraordinarias podré amueblar el apartamento.
Se llevará más de la mitad de mi sueldo mantenerlo, además de los plazos de la hipoteca.
Tendré que economizar, para cenar, latas de sardinas.
Jeje, me saldrán escamas pero dará igual.
Iré andando al trabajo, nada de gastos en transportes, madrugaré más.
y tampoco saldré de fiesta, sólo un viernes al mes.
Los sábados para dormir y los domingos para limpiar.
Las vacaciones me las pasaré en el apartamento, me olvidaba del seguro de riesgos, la contribución, los gastos del notario.
Voy a celebrarlo con los colegas, el último derroche.
Tengo suerte por haber encontrado el trabajo, a pesar de todas las horas que no me pagan.
Me aterroriza perderlo.
Si nada cambia, cuando finalicen los plazos de la hipoteca,
habrán pasado veinticinco años.
Ahora comprendo el sentido de la frase de mi madre…
Voy a comprar un felpudo, que en vez de Bienvenidos, ponga:
Aquí yace.