viernes, 30 de enero de 2015

Se ruega no aplaudir al finalizar la representación

A escena con mucha mierda
el galán, la dama boba,
el desparpajo del truhán, 
el doncel y la doncella,
la alcahueta, el avaro,
el coro de pícaros niños
mostrando la lengua al juez, al rey y la reina,
a la grandeza del canciller, al cardenal orando a escarlatas,
a los peleles que se mantean, a la hipocresía de las cotillas.

Saldrán en el entreacto: la partera, la guisandera, sangrías de médico, el padre, la madre y la abuela, Sor Penitencia, las arnicas de botica, la ramera, la tierra del sepulturero, las calzas verdes, las calumnias riendo, las melancolías a mareas vivas y las traiciones de puntillas.
Es menester, que se haya pintado el decorado, a mano alzada de convidados de piedra, con manjares, viñas de Baco, deseos, amores, dineros, honores, el soy o no soy de las calaveras, deudas, riquezas, pobrezas, verdades y mentiras con medias y los votos a brios de floretes erguidos.
Abajo en el mar de madera,
la concha de ermitaños:
apuntando sonetos,
apuntalando sueños,
apurando anarquías.
Y vuestra merced haciendo una reverencia
abriendo los harapos del telón
para encender la luz a las candilejas
de las tragedias de un corral
en el corral de las comedias.