lunes, 27 de octubre de 2014

Ángel del vértigo

Ángel del vértigo
tú que ves
asediando la pasión en los amantes
los salones del soborno
al déspota comiendo,

 al niño bebiendo
a la belleza ayunando
flores y canarios aguardando
en el piso de abajo inundada
de gravedad su pecera 

y miras
debajo de las piscinas a los pequeños
cadáveres de las algas.
Lees sus carteles proclamando:
Red Bull te da alas.
El calor que devuelven los solarios
con la nieve en los hombros

 tocas
los ventanales invisibles por la escarcha.
 Oyes en el ático las risas en off
arritmia del llanto por el séptimo

y escuchando el monólogo de suspiros
cuando dan las doce menos diez
a cualquier sueño, cualquier olvido, cualquier deseo
o una tortura cualquiera 

en buhardillas
o sótanos con síndrome de Estocolmo
o el hastío de los entresuelos izquierda.
Dondequiera el reflejo del celaje
heraldo cristalino
desconsolado hueles
al pie de la tierra humedecida
el disturbio de los ángeles caídos
mientras pasan tumultos
de leonados buitres.