domingo, 12 de octubre de 2014

Mito


Esperé en el acantilado
a las odiseas
por oír sus cantos
y engañada por las lamias
me priven de razón creyendo 
en la verdad hipnótica de las quimeras
más no aparecieron
ni  os terrones corintios de una isla
siquiera alumbraron las Pléyades
los fanales han apagado sus incendios
duerme Eolo el viento en las afueras de Tebas
Aurora madre de mi madre
cuantos anoches que te has ido.
Mujer, dijeron las leyendas
también te naufraga por el cuerpo
tu mito.